Ogú y Mampato.
Llegaron a mis manos gracias a mí amigo Yerko, era una linda época, por esos tiempos aprendí a enamorarme de las letras y consumí muchos de los libros he historias que Yerko leía, es ahí que su familia primero y luego él coleccionó la revista Mampato y con ella las historias de Ogú y Mampato, en un tiempo paralelo también le compraron las revistas “Cucalón” que traían varias historias y varios personajes, pero para mí los más poderosos son y serán Ogú y Mampato.
En alguna época cuando éramos niños aprendimos a hablar como Ogú y lo más gracioso es que la tía nos hablaba en lenguaje “Gola.Gola” y algunos niños del barrio nos imitaban, ellos claro sin entender mucho ya que no leían a Mampato y sus maravillosas historias.
Ogú y Mampato me hizo conocer a Ulises y el Caballo de Troya, entendí que ayudar al otro es fundamental y norma de vida, además de ser valiente y correcto, viajé a la corte del Rey Arturo, ahí comprendí los valores de ser un caballero, además aprendí sobre los Orejas largas y los Orejas cortas de “Rapa Nui” más la fuerza del “Maná”.
El poder para viajar Mampato se lo gana ayudando a un alienígena para volver a su planeta Xagus dónde existe una dictadura tan real como en Chile (Los Verdines), cuando salva a Xsé este le da en regalo la tecnología para viajar por el tiempo, (cinto espacio temporal), ahí es cuando conoce a su entrañable amigo Ogú en la prehistoria luchando contra los Mungamunga para salvar a los Kili-Kilis, una comunidad de pequeños humano/reptiles, además vislumbré nuevas teorías evolutivas con respecto a la existencia de un “hombre” vegetal “fitus sapiens” que es precedente del “hombre” en la prehistoria y no deja ningún rastro de su paso por la tierra, recuerdo que se asoleaba para el proceso de fotosíntesis y comía pequeñas piedras para sacarle los minerales.
A mí mente de niño se sumaron los grandes dinosaurios, los Moais, las ciudades bajo el agua, o el viaje al futuro donde conoce a Rena, ahí entendí lo que es ser telépata y el amor que Mampato sentía por Ogú, su amigo entrañable.
Recuerdo una escena del comic dónde él le habla a ella de Ogú, ella dice que puede entrar en la mente de él (Mampato) y verlo de mejor manera, él acepta… ella lo ve y queda con ganas de conocerlo, Mampato la lleva a ver a Ogú y cuando ella lo conoce, se asusta, Mampato pregunta el porqué y ella dice que en la mente de él «Mampato» Ogú es lindo y no un hombre de las cavernas feo y peludo, ahí ella explica que cada uno se hace una figura a su pinta de los seres que quiere y que no son tal cual nosotros los imaginamos y proyectamos.
Ser albino o telépata para mí fueron palabras y conceptos nuevos, además del entender consecuencias del proceso nuclear y sus guerras, descubrí a Merlín, tal vez el primer mago que recuerdo y las luchas en la “Conquista” chilena, aprendí de Dioses del Olimpo, este Olimpo mágico y maravilloso pero también extraterrestre, conocí a Morgana y Ming, a los perrunos y a decir : “Mí tiene ambre”. Que por cierto, solo funcionaba en casa de Yerko, ya que en mí casa nadie me entendía!
Aprendí que la “suerte” no viene tan solo con tener una pata de conejo, que las ganas y el corazón son más importantes que un arma poderosa, que los amigos no se cambian, me enseño el valor de leer e imaginar, de viajar en las palabras, de descubrir y valorar los datos desde la perspectiva histórica, Ogú me enseño el poder de decir «Amigo mío de mí».
Ogú y Mampato me acompañaran por siempre.
Gracias Themo Lobos
(Las imágenes son sacadas de Internet no conociendo a sus autores para poner los link)