C-h-iiiiiii
El estadio canta…la gente se agolpa, los espacios se hacen pocos y a cada rato cuando alguien corre lo tresmil, cincomil o la prueba que sea…todos se paran, aplauden, se emocionan y yo junto con ellos…el nudo en la garganta al pensar en los deportistas y su sentir…sus familias y amigos los gritan, los llaman por sus nombres…veo lanzar la bala, el disco, además de carreras, postas, salto alto y largo.
Los atletas se desperdigan por las pista, salen pausados, concentrados a jugarse su vida ante miles de personas que gritan, aplauden y sobre todo respetan. A los que van últimos se les da animo, de ese lindo, el que va de la mano del respeto por el total esfuerzo y no desde la burla. La gran mayoría de la gente se para como pide el locutor cuando sale la música de cada país al ganar el oro, al hacerlo todos aprendemos a respetar, algo que tanto pedimos y tan poco hacemos…
Los voluntarios son miles, están sincronizados, llevan la ropa de los deportistas, arman el podio, entran las autoridades, todo se ve rítmico… de repente están varias pruebas a la vez, uno no sabe donde mirar…cuando veo a los deportistas se que ese momento es eterno para ellos, para eso se preparan toda la vida, para vencer, para aprender, para participar.
Ver los cinco mil metros planos parece una eternidad pensando al ritmo que uno corre, pero acá fue un poco más de 14 minutos, dos chilenos en competencia, cuando quedan cerca de seiscientos metros de el chileno más pequeño aprieta el acelerador, comienza a rebasar al pelotón…los gritos son ensordecedores, algunos lloran, la emoción es desbordante, mantiene el ritmo…queda menos…trescientos metros y ya va puntero, saca ventaja…corre…mira atrás en los últimos cincuenta…es ganador Vitor Aravena es oro para Chile, se siente la ovación y el grito de triunfo, esta cerca…llora un niño abrazado de el, su hermano supongo…le pasan una bandera de Chile al revés…al poco rato se da cuenta…da entrevistas, se ve su alegría, da vuelta la bandera y recibe los aplausos del estadio…al momento de ir por su oro son miles los que se paran a aplaudir y cantar la canción nacional que es un extracto en rigor, pero el estadio la continua “…de los libres…o el asilo contra la opresión…” el levanta el oro y la ovación cierra una tarde mágica,, no sólo para el…sino que para todos los que lo vimos corriendo llevado por el viento y por sus sueños…